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Arquitectos: Edwards White Architects
- Área: 4769 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Simon Wilson
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este proyecto no solo es un éxito en términos de conectar nuestro paisaje urbano con el río, sino que representa una nueva forma de pensar sobre el diseño urbano en la ciudad de Hamilton, Nueva Zelanda. Edwards White Architects fue contratado por la Municipalidad para crear una conexión visual y física significativa con uno de los mejores activos naturales de nuestra ciudad. A nivel macro, el diseño busca establecer un parque que tenga dos funciones. En primer lugar, como un destino donde la gente puede detenerse, interactuar y disfrutar de las vistas del río. En segundo lugar, como un elemento que une los diferentes niveles de la ruta del río inferior, el paseo marítimo superior y la calle principal.
Una variedad de tratamientos de superficie proporcionan una textura rica y diferencian este parque del resto de la ciudad. La fachada de piedra a lo largo de los bordes de las terrazas delinea visualmente los cambios de nivel. Las plantas cuidadosamente seleccionadas suavizan y complementan las duras líneas angulares a medida que se extienden hacia el paisaje ribereño. El parque atrae cuidadosamente al usuario desde la calle Victoria de arriba y atraviesa la diferencia de nivel de 28 metros para conectarse con la ruta del río inferior. Un anfiteatro en terrazas ha sido cuidadosamente calculado para asegurar un gradiente de menos de 1:20 evitando la necesidad de pasamanos. Los descansos de las rampas se integran como asientos en las terrazas proporcionando lugares para que el público se siente y disfrute del río desde diferentes puntos de vista. Los modelos de tamaño completo de las terrazas, escalones y asientos fueron fabricados para refinar la ergonomía de estos elementos. Aunque el diseño del parque fue en muchos sentidos un ejercicio altamente técnico, su uso por parte del individuo ha sido espontáneo y único.
Diversas actividades convergen en este punto, mercados, conciertos, clases de yoga, campamentos de entrenamiento, patinadores y restaurantes, la gente puede jugar o simplemente contemplar, usarlo como un medio de acceso o un lugar para hacer ejercicio. Sentarse en el parque y escuchar a jóvenes y viejos descubriendo este espacio por primera vez es una verdadera alegría. Como arquitecto, estos proyectos construidos para el placer y el disfrute del público, resultan especialmente satisfactorios.